(Perfil, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, lunes 26 de agosto de
2016)- Pese a ser la provincia que mayores ingresos por producción petrolera,
incluso por encima de Neuquén (donde se encuentra Vaca Muerta), Chubut no logra
equilibrar su balance y el conflicto entre el Estado provincial y los gremios
está cada vez peor. A principios de este año, la administración actual había
ofrecido aumentos sustanciales para los trabajadores públicos, pero, luego de
las elecciones (en las que fue reelecto el gobernador Mariano Arcioni), los
funcionarios se cuenta que iba a ser difícil afrontar los mismos. A partir de
ello, el Gobierno empezó a proponer un esquema de pagos escalonados.
Durante este lunes 26, se llevaron a cabo asambleas en diferentes ciudades
chubutenses, donde los gremios determinaron endurecer las medidas de fuerza. En
una de las decisiones sectoriales más significativas, los docentes decidieron
cortar la ruta en los accesos a Comodoro Rivadavia y yacimientos
petroleros, según informó el sitio ADN Sur. A raíz de los conflictos,
presentó hoy su renuncia al cargo el ministro de Educación de la Provincia,
Leonardo De Bella, quien días atrás había denunciado que un grupo de personas
se había presentado en su casa para exigirle que se vaya. "Renuncio al
cargo, pero no a mi convicción de trabajar desde el lugar que me toque como
ciudadano por una provincia desarrollada, pujante y sobre todo,
equitativa", afirmó el ahora exfuncionario al dejar su cargo.
En sintonía distintos
gremios estatales decidieron realizar cortes durante 36 horas en las ciudades
de Esquel y Puerto Madryn. En cada uno de ellos, liberan el tránsito, durante
cinco minutos, cada una hora.
Por otra parte,
el Sindicato del Petróleo y Gas Privado del Chubut ratificó un paro total
del sector por 48 horas, que se llevará a cabo el miércoles 28 y jueves 29 de
agosto, con la paralización de más de 6 mil pozos que hoy se
encuentran en producción. Las medidas son en protesta por "las políticas
económicas del gobierno nacional". No son los únicos inconvenientes que
sufre la provincia patagónica. Por falta de fondos, el gobierno de Arcioni viene
retrasado en el pago de fondos para obra pública, lo que puede generar
inconvenientes en la continuidad de proyectos pagados por el Estado.
Los
empresarios del sector le solicitaron al Ejecutivo tener alguna certeza sobre
la continuidad de las obras y advirtieron las dificultades para afrontar
el pago de quincenas en algunas compañías. Según explicó el economista
chubutense Facundo Ball al diario La Nación, "en los últimos 15 años
la Provincia ha recibido recursos extraordinarios por regalías petroleras y los
datos oficiales muestran que hasta mayo, los ingresos totales aumentaron en el
orden del 80% interanual, por arriba de la inflación. El problema acá es que ha
habido una expansión del gasto fortísimo que, incluso sin considerar las variables
económicas desatadas luego de las PASO, se sabía que no era sustentable".
En 2018, Chubut fue uno
de los 18 distritos que logró cerrar el año con superávit, gracias al Pacto
Fiscal entre Nación y las provincias. Sin embargo, la tendencia de 2019 va en
la senda inversa: el primer trimestre de este año finalizó con un déficit de
540 millones de pesos. La administración de Arcioni, ajustada a la hora de
realizar arqueos de caja, es una de las 11 gobernaciones provinciales que se presentaron
ante la Corte Suprema en rechazo de las decisiones del Gobierno nacional en
materia de IVA y congelamiento de combustibles.
Leer también: "La provincia rica en petróleo que no tiene plata para pagar los sueldos".
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