Hace
años, la comunidad educativa del polo educativo de Retiro conocido como La
Banderita viene denunciando la problemática edilicia que sufre. Allí
funcionaban tres escuelas: inicial, primaria, media y un CENS (Centros Educativos de Nivel
Secundario), con una matrícula total de 1300 alumnos y un CESAC (Centro de Salud y Acción Comunitaria) en un edificio en mal estado. El año pasado las
familias y docentes se enteraron que la ministra Soledad Acuña quería mudarlos
mientras se construía un nuevo edificio en el mismo predio. Se hicieron cortes,
actos, reuniones y abrazos, las familias presentaron un amparo para impedir la
demolición de las tres escuelas juntas y el traslado a galpones alquilados al ministro
Guillermo Dietrich pues el lugar no era apto. Se trata de un lugar de difícil e
inseguro acceso, además de ser no apto para el funcionamiento de una escuela
durante los dos años que tardaría la construcción del nuevo edificio.
Sin embargo al gobierno porteño no le importó y en los últimos días de diciembre
comenzó la mudanza. A finales de enero la demolición se concretó con la promesa
que en el 2019 se inaugurará un “gran polo educativo”, desoyendo la existencia
de un amparo judicial para evitar la demolición del jardín.
Hace
unos días, el juez realizó una inspección ocular con las dos partes, familias y
representantes del Ministerio de Educación.
El espacio ofrecido es reducido, y se disminuyen alrededor de 100 vacantes para el nivel inicial sabiendo las problemáticas de vacantes que se sufre año tras año en el nivel en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en esta zona en particular.
La infraestructura es precaria y no cuenta con una buena ventilación ni luminosidad, el SUM (Salón de Usos Múltiples) sería un sótano donde se accede a través de una escalera, sin contemplar el traslado de las salas donde hay niños/as más pequeños/as.
La
escuela media fue trasladada a contenedores cuyo costó de alquiler en dos años
equivaldría Casi al costo de construcción de una escuela nueva. Se ubicaron
cerca del predio donde fueron demolidas las escuelas. Quedaron separados así, a
las madres/padres que tienen a sus hijos/as en los otros niveles y estudiantes
secundarios que se encargan de llevar a sus hermanos/as.
Nuevamente se observa el vaciamiento de la escuela pública como política educativa del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta.
Nuevamente se observa el vaciamiento de la escuela pública como política educativa del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta.
Chicos sin vacantes, infraestructura precaria, familias corriendo de un lado a otro, ya es un paisaje diario en la educación de la ciudad.
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