martes, 26 de agosto de 2014

Mellizas y trillizas

La primera vez que escuchó hablar de obras de refacción “mellizas” y “trillizas” creyó que las metáforas se referían a la práctica que designa el hobby oficial que consiste en inaugurar una y otra vez lo mismo, con los funcionarios siempre vestidos de manera diferente de modo que las cámaras de televisión que graban y transmiten cada acto pretendan que se trata de logros diferentes. Pero no, en este caso es peor.

Como ocurre en toda la Argentina, en la provincia de Neuquén la Asociación de los Trabajadores de la Educación acaba de entregar a las autoridades un relevamiento sobre las principales demandas edilicias en las diversas localidades, requieren la reparación de diversas viviendas institucionales, la construcción de salas de tres y cuatro años y el cumplimiento del transporte escolar para estudiantes y personal. Entre varios otros puntos reclaman además que se anule el sistema de municipalización del mantenimiento escolar ya que consideran que no ha funcionado.

Pero antes que el pliego de urgencias, los sindicalistas se han visto obligados a denunciar ante la Legislatura provincial, que hay una serie de obras que oportunamente fueron incluidas en los presupuestos oficiales de 2012, de 2013, en fondos de Nación y en los bonos Ticafo, pero que nunca se iniciaron ¿Por qué? Pues porque Jorge Sapag firmó el decreto por casi tres decenas de millones de pesos para ‘redireccionar’ dichos fondos vaya uno a saber hacia dónde: la solicitud para que se explique el destino del monto no obtuvo respuesta, indicaron desde el sindicato docente en un comunicado de prensa.

O sea que el señor gobernador parece tener derecho exclusivo para cantar algo asi como pelito pa´ la vieja.


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