(El Día. La Plata, sábado 9 de agosto de 2014)- El embarazo adolescente, cuando se da en un entorno familiar de privaciones, suele convertirse en un serio obstáculo al progreso educativo de la mujer.
De acuerdo con una encuesta realizada por el Ministerio de Desarrollo Social con apoyo de UNICEF, la mitad de las chicas argentinas de entre 15 y 17 años que abandonaron la escuela está embarazada o ya ha sido mamá. Frente a esta realidad, el ministerio de Salud la Nación presentó semanas atrás una iniciativa tendiente a promover la utilización de una nueva tecnología anticonceptiva para adolescentes. Se trata de un implante subdérmico en el brazo de la mujer que cuenta con un 99 % de efectividad durante 3 años. Dado que la maternidad adolescente condiciona de manera decisiva el futuro laboral de la madre e indirectamente también las posibilidades de sus hijos, el ministerio de Salud proyecta poner esta nueva tecnología anticonceptiva a disposición las menores de 20 años en varios partidos del Gran Buenos Aires, Misiones, Formosa, Santiago del Estero, Tucumán y Jujuy.
De acuerdo con el estudio realizado por el ministerio de Desarrollo Social, el embarazo entre chicas de 15 y 19 años tendría en una alta incidencia en todo el país. Mientras que en el NOA, NEA y el Gran Buenos Aires, el 13,6% de las adolescentes de esa edad está embarazada o ya tiene uno o más hijos: en el interior de Buenos Aires y sur de la Patagonia (Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego) la cifra es incluso mayor (13,7%).
El fenómeno tendría un poco menos de peso en las regiones pampeana, Cuyo y norte de la Patagonia (La Pampa, Neuquén y Río Negro), donde el 10,7% de las adolescentes está embarazada o tiene uno o más hijos, según muestra la encuesta del gobierno nacional que sólo registra una tasa de un dígito en la Ciudad de Buenos Aires, donde el 8,3% de las adolescentes se encuadran en esa condición.
La encuesta sobre embarazo adolescente realizada por el Ministerio de Desarrollo Social viene a confirmar una realidad que otros estudios ya habían advertido años atrás. Una investigación del Centro Latinoamericano Salud y Mujer realizada entre 171 adolescentes de la capital federal y la provincia de Buenos Aires ya mostraba en 2005 que 47% de las chicas embarazadas dejaba la escuela al quedar encinta y un 58% de las que seguían estudiando lo hacía poco después.
En otros términos, menos de tres de cada diez chicas llegan a completan su educación secundaria en el momento, según esa investigación. Aquel trabajo arrojó además otros datos muy reveladores acerca del fenómeno. Entre ellos, los que hablan sobre las principales razones de esa deserción escolar. Al ser consultadas acerca de sus motivos, un 66% de las chicas dijo que dejó la escuela por decisión propia; un 11 %, por decisión de los padres; un 15%, por indicación médica y un 6 %, porque la escuela no la aceptaba. Lo más interesante es que entre aquellas que dejaron por decisión propia -señala otro informe realizado por el Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES)-, “el principal motivo de abandono fue sentir vergüenza de ir a la escuela embarazada o de ser discriminada”.
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