En medio de una crisis
económica que ha motivado que centenares de miles de personas pierdan sus casas,
el gobierno español aprobó una suspensión de desalojos durante dos años para
los propietarios más necesitados que no pueden pagar sus hipotecas. Los dos
suicidios de la semana pasada, que fueron motivados por la desesperación de los
desalojos compulsivos, y el creciente movimiento de masas que presiona al
gobierno para que tome medidas de emergencia lograron esta pequeña victoria.
El jueves, el Ministro
de Finanzas esbozó los términos, y de inmediato los activistas políticos y
sociales de España denunciaron que se sigue sin abordar el problema central de
los propietarios españoles, quienes continúan cargando con la deuda incluso
después de haber perdido sus casas.
Pero al chico poco lo
importa lo por venir. Su corazón no para de latir mientras sus
padres y hermanos aplauden y él rompe sobre la mesa familiar la solicitud de
pase de colegio. Zafó del garrón de, otra vez, recalar en otro barrio y otra
ciudad y otra escuela y otros compañeros a los que deja de ver antes de haberse
aprendido sus nombres y sus caras.
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