El proceso es el apelativo de reminiscencia kafkiana que el pianista venezolano Edward Simon eligió para el álbum que grabó en 2003. Para no pifiarla eligió a John Patitucci para que se hiciera cargo del contrabajo (escuchen su trabajo en “Calabria”, una de las piezas más destacadas) y a Eric Harland de la batería. El resultado es el del power trío por antonomasia del jazz contemporáneo.
Eligió también algunos standards (el “ajeno” y tradicional “Woody’n You” es uno de los arreglos más logrados) para intercalar con las composiciones propias. El resultado es más que aceptable. Arreglos clásicos pero eficaces e imaginativos, y cada tanto algún quiebre o pata fuera del plato (“The Process”, el lírico “Reprocess”, la folklórica “Tonada del cabrestrero”) para exorcizar toda monotonía.
La capacidad técnica de Simon y sus dos acompañantes queda fuera de discusión al minuto de escuchar el disco; a partir de entonces la duda es si la fuerza y la imaginación serán también convidadas. Y sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario