(Por Maximiliano
Fernández. Infobae, Ciudad Autónoma
de Buenos Aires, miércoles 18 de abril de 2018)- El 12 de diciembre de 2017, la
Corte Suprema de Justicia resolvió que, a partir de este ciclo lectivo, las
escuelas públicas salteñas ya no pueden impartir educación religiosa en horario
escolar. El fallo fue histórico. Llegó tras un año de debate acalorado y,
aunque hoy se cuestiona su cumplimiento, sirvió como impulso para que Tucumán
inicie también su reclamo.
El mismo día que se
conoció el fallo de la Corte, el gobernador Juan Manuel Urtubey anunció que
Salta se adecuaría a los lineamientos. Anticipó que ya no incluiría la
enseñanza religiosa dentro de la currícula de las escuelas, que solo quedaría a
elección fuera del horario de clases.
Sin embargo, en los
últimos días, las familias que pidieron en primera instancia por su exclusión,
reprocharon que el ministerio de educación salteño no quitó las fiestas
patronales del calendario escolar. Por eso, en septiembre, por ejemplo, durante
la tradicional festividad del Señor y la Virgen del Milagro, los alumnos
visitarán la Catedral Basílica, tal como marca la costumbre. En este caso, las
familias tendrán la opción de elegir que sus hijos se queden en los colegios.
"Nosotros ni
obligamos ni prohibimos. Se entendió muchas veces que la educación religiosa
era una obligación y no es así; con las fiestas patronales y el Milagro vamos a
trabajar de la misma manera como cuando los chicos participaban masivamente.
Los que no participen se quedan en la escuela", dijo Analía Berruezo,
ministra de educación de Salta, ante diputados provinciales.
El grupo de padres la
observa como una práctica "discriminatoria", que excluye a los chicos
que no profesan la fe católica. Graciela Abutt, la abogada que patrocinó el
reclamo desde el inicio, señaló a Infobae: "El acatamiento de la sentencia
no es total ya que muchos de los operadores educativos- docentes, directores y
funcionarios- se resisten a abandonar ciertas prácticas discriminatorias
vinculadas con el credo católico".
Según Abutt, en algunas
escuelas todavía se mantienen ritos como la bendición del desayuno o la
merienda. Sobre la asistencia a las festividades indicó: "Es una abierta
desobediencia a lo ordenado por la Corte, que puede traer aparejadas
responsabilidades penales para las autoridades del área. Participar de las
festividades presupone un previo pronunciamiento de cada alumno sobre sus
creencias religiosas".
En la misma línea, en
torno a la no obligatoriedad, agregó: "Todos sabemos que muchos de los
operadores educativos, bajo sus propias creencias personales, encuentran la
forma, sutil o no, de obligar a la concurrencia de las festividades
católicas".
El reclamo surge en el
mismo momento en que Tucumán da sus primeros pasos para que se deje de impartir
educación religiosa en sus escuelas públicas. Otra vez son los padres quienes,
junto a espacios de izquierda, presentaron un recurso de amparo que busca
garantizar la formación laica sin preferencia de credos.
El artículo 8 inciso 13
de la Ley 8.391 de Educación Provincial es el apuntado como
"inconstitucional". La norma establece que todo alumno tiene derecho
a que se le enseñe su religión dentro del espacio curricular, lo cual
consideran que es "una forma encubierta de solo aceptar la religión
católica apostólica romana" y una contradicción con otros artículos que
plantean la libertad de expresión y formar alumnos con espíritu crítico e
independiente.
"Hay una
discriminación bastante flagrante sobre los niños que no profesan ningún culto
o hacia los niños que profesan un culto distinto. Tucumán es la única provincia
del país en donde la enseñanza de la religión católica es curricular. Nosotros
no estamos en contra de los que profesan esa religión, pero sí estamos en
contra de lo que se enseña en la escuela estatal", expresó Miguel Paliza,
el abogado de los padres.
La presentación se hizo
en el Juzgado Civil de Tucumán y pronto sobrevino la respuesta de la Iglesia.
Los obispos con jurisdicción en la provincia emitieron un comunicado en el que,
si bien respetan la postura de "aquellos que se sienten discriminados",
consideran que la enseñanza religiosa "hunde sus raíces" en la
constitución provincial.
"El pueblo
tucumano y en general el pueblo argentino comprende a cada ser humano como un
ser abierto a la trascendencia. Esta apertura a la trascendencia no es vivida
solamente como una conciencia individual y privada sino ante todo como una
experiencia popular. Por lo tanto una educación integral debe comprender el
desarrollo de estos aspectos que hacen a nuestra cultura", agregan.
El comunicado lleva las
firmas del arzobispo de Tucumán, Carlos Alberto Sánchez, el obispo de
Concepción, José María Rossi, y el obispo prelado de Cafayate, monseñor
Demetrio Jiménez. Al final, proponen abrir un espacio de diálogo con los
sectores interesados.
La
situación en Catamarca
La laicidad del sistema
educativo nacional se sustenta a partir de la ley 1.420 que, en su artículo 8,
señala: "La enseñanza religiosa sólo podrá ser dada en las escuelas
públicas por los ministros autorizados de los diferentes cultos, a los niños de
su respectiva comunión y antes o después de la hora de clase".
Sucede que las
jurisdicciones, al ser responsables de sus escuelas, tienen ciertas licencias.
El docente Manuel Becerra, autor del blog Fue la pluma, elaboró un mapa de la
situación en cada provincia, con sus respectivas normativas. De acuerdo a las
leyes -considerando el reciente fallo de la Corte- solo dos provincias
explicitan la inclusión de la enseñanza religiosa: Tucumán y Catamarca.
No obstante, una cosa
es la ley, otra la realidad en las aulas. "El tema de las prácticas
cotidianas escolares es otro universo. Si vamos al caso, probablemente se den
clases de religión, o algo por el estilo, en provincias con educación laica por
ley", aclaró a Infobae Becerra.
Catamarca es un caso
aparte. Según Sol Prieto, doctora en ciencias sociales (CEIL-CONICET) y
especialista en la temática, se encuentra en una suerte de "limbo".
Pese a que desde 2001 hubo avances a partir de una discusión abierta, la ley
promulgada en 2014 y la constitución de la provincia se contradicen. Mientras
una no menciona la educación religiosa, la otra "garantiza" su
enseñanza en todos los niveles.
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