(Página 12, Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, martes 28 de mayo de 2019)- El acuerdo en la paritaria docente se
enmarca en una crítica situación presupuestaria para las universidades
nacionales. Un informe elaborado por el IEC-Conadu –basado en datos oficiales
al 30 de abril– constató subejecución presupuestaria y recortes de fondos, que
afectan especialmente a las becas y las transferencias de capital.
Recorte.
El presupuesto aprobado por el Congreso destinaba 144.766 millones de pesos a
las universidades. Entre febrero y marzo, el Gobierno le asignó nuevas partidas
al sector, pero en abril le quitó más de lo que había sumado. Resultado: hoy el
presupuesto anual es de 144.750 millones, es decir, el recorte se llevó 15,4
millones de pesos.
Transferencias.
Durante el primer cuatrimestre de 2019, el Estado nacional transfirió a las
universidades 41,4 mil millones de pesos, un 32 por ciento más que lo
transferido el año pasado en el mismo período. Ajustado por inflación (que en
el año superó los 50 puntos), eso implica que las transferencias sufrieron una
pérdida del 20,9 por ciento.
Subejecución.
En lo que va del año, el Gobierno ejecutó el 28,6 por ciento del presupuesto
universitario y hoy debe unos 850 millones de pesos.
Capital.
El impacto del ajuste es notable en el caso de los fondos para inversiones en
universidades (conocidos como transferencias de capital): el presupuesto actual
es de 436 millones de pesos, apenas un 11 por ciento del crédito vigente hace
un año para el mismo fin.
Becas.
Los recursos presupuestaros para las becas están un 13 por ciento por debajo,
en términos nominales, con respecto al primer cuatrimestre de 2018. Además, el
monto ejecutado en este cuatrimestre es un 60 por ciento más bajo que el del
año pasado.
Sin
margen. El impacto de los salarios y los gastos de funcionamiento es cada vez
mayor en el presupuesto universitario, por lo que el sistema puede hacer poco
más que sobrevivir tal como está. Este año las partidas destinadas a sueldos se
llevan el 86,9 por ciento del presupuesto (el año pasado era el 84,6) y las
partidas para gastos de funcionamiento se llevan el 7,1 por ciento (en 2018 era
el 6,8).
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