Durante su exilio, allá por 1940, el escritor alemán Bertolt Brecht escribió el siguiente poema en el que reflexiona, mezclando amargura y dialéctica, sobre la educación.
Mi hijo pequeño me pregunta: ¿tengo que aprender
matemáticas?
¿Para qué?, quisiera contestarle. De que dos pedazos de pan son más que uno
ya te vas a dar cuenta.Mi hijo pequeño me pregunta: ¿tengo que aprender francés?
¿Para qué?, quisiera contestarle. Esa nación se hunde.
Señalate la boca y la tripa con la mano,
que ya te entenderán.
Mi hijo pequeño me pregunta: ¿tengo que aprender
historia?
¿Para qué?, quisiera contestarle. Aprendé a esconder la cabeza en la tierra
y quizás te salves.¡Sí, aprendé matemáticas, le digo,
aprendé francés, aprendé historia!
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