El pasado 28 de diciembre (qué fecha, ¿no?) la legislatura cordobesa votó la anulación del nombre Agustín Tosco a una calle en la ciudad de Córdoba, cuentan Elena Luz González Bazán y Juan Carlos Cena. Se trata de los mismos legisladores cordobeses que votaron a mano alzada el retorno de la educación religiosa a las escuelas.
Unos días antes de que pasaran a degüello a Tosco, rodeado de vallas y la policía golpeando a estudiantes y docentes movilizados, el Parlamento de Córdoba le había levantado el pulgar a la nueva ley de educación provincial.
La norma empaqueta a la educación en el corsé de la llamada “empleabilidad”, es decir: descalificación de los planes de estudio, segmentación de carreras, creación de posgrados tarifados; además de las pasantías, esa forma de precariedad laboral por la cualla Universidad siempre se lleva algún vuelto...
El aspecto más reaccionario de la flamante ley es la intromisión dela Iglesia en la educación estatal. Inspirada en la reforma constitucional del gobierno radical llevada adelante en 1986, la educación religiosa queda establecida como una “opción” y hasta como un “derecho”. El "derecho a la religión", claro, es el que habilita a que la Iglesia siga recibiendo jugosos subsidios para sus colegios y otras “emprendimientos” de formación de los jóvenes.
La norma empaqueta a la educación en el corsé de la llamada “empleabilidad”, es decir: descalificación de los planes de estudio, segmentación de carreras, creación de posgrados tarifados; además de las pasantías, esa forma de precariedad laboral por la cual
El aspecto más reaccionario de la flamante ley es la intromisión de
Los maestros y estudiantes secundarios y universitarios que se movilizaron y sufrieron la represión policial, y que lo seguirán haciendo hasta hacer desaparecer la ley oscurantista, son quienes hoy devuelven a las calles de Córdoba la marcha de Agustín Tosco.
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